Es una realidad que si realizamos una búsqueda en Internet sobre nosotros mismos, por ejemplo en Facebook, muy probablemente encontremos referencias a nuestra persona. Seguramente si estas referencias son obra nuestra (comentarios que hemos realizado en un blog sobre cocina, en una página sobre hoteles, en una red social, etc.) no nos llame demasiado la atención. La sorpresa puede surgir cuando vemos nuestro nombre asociado a una foto que no hemos subido nosotros, una lista de antiguos alumnos que algún compañero de la infancia ha colocado en Facebook, o un comentario en un foro hablando directamente de nosotros.
La identidad digital no es lo que aparece acerca de nosotros al realizar una búsqueda, como a veces se simplifica, sino la idea que se transmite de uno mismo a través de Internet. Hay personas que de forma simplista deciden esconderse en Internet con la falsa ilusión de desaparecer totalmente de los medios públicos. No se dan cuenta de que lo único que hacen es dejar que sean los demás los que construyan su propia imagen. Esta imagen, creada de forma fragmentaria y parcial por personas a las que no podemos controlar, hará que proyectemos una imagen falsa y casi con toda seguridad perjudicial para nosotros mismos. La única solución es compensar la información ajena (salvo que seamos una celebridad ésta será más bien escasa) con la nuestra propia. Si al realizar una búsqueda aparece en los primeros lugares nuestro perfil en una red social como Facebook, un blog donde escribamos de forma periódica, algún foro en el que intervengamos de forma más o menos constante o una colección de fotos que hayamos hecho, habremos conseguido mucho, ya que la gran mayoría de las personas que buscan algo se suelen quedar con las 10 primeras páginas mostradas. ¿Qué hay que hacer entonces? Simplemente participar en Internet de forma natural (sin artificios ni falsas imágenes de nuestra propia personalidad) y dejar que nuestra propia información sustituya a la ajena, algo que con toda seguridad sucederá en poco tiempo.
Esto que se acaba de decir, que es aplicable a cualquier persona que viva en nuestra sociedad y debe situarnos ante la importancia que tiene aquello que realizamos en Internet. Probablemente un adulto con sentido común no dará a conocer datos íntimos o que puedan comprometer su vida privada. Sin embargo, en los adolescentes este sentido común suele brillar por su ausencia.
Las redes sociales han adquirido una importancia capital desde hace muy poco. La información que circula a través de una red social no es comparable en cantidad y contenido a la que circula por otros medios. El hecho de sentirse en un ambiente rodeado por amigos y amigas, donde pueden comunicarse al instante hace que se pierda el sentido de la perspectiva y se tienda a expresar sentimientos y situaciones de carácter muy personal que difícilmente se producen por otros medios. Las redes sociales deben ser, por lo tanto, un medio donde se tiene que desarrollar una especial sensibilidad en relación con la vida privada, tanto por parte de los jóvenes que las utilizan, como de sus padres y educadores.
La tarea de de los Centros educativos
Es una tarea ineludible de los centros educativos el enseñar a los alumnos a manejar su vida privada y profesional a través de Internet ya que éste ha pasado a formar parte de aquello que las personas deben saber administrar, no solo en su vida de adulto, sino ya desde el primer momento que entran en la Red.
Citaremos a continuación algunos puntos que deberían ser incluidos en los proyectos a desarrollar por cualquier Centro educativo. Esta serie de recomendaciones pueden introducirse paulatinamente a partir de 5º de Primaria hasta Bachillerato, aunque en 2º y 3º de ESO ya deberían tener unas bases sólidas sobre un comportamiento cívico y constructivo en la Red.
- Enseñar a convivir a los niños en Internet. Respetando la propia privacidad e intimidad en primer lugar y la de los demás en segundo.
- Fomentar la publicación de trabajos escolares que favorecerán la imagen y la identidad digital de los alumnos.
- Enseñar a respetar el trabajo de los demás, no copiando y aprendiendo a utilizar sólo lo que tiene licencia de uso, citando siempre las fuentes originales.
- Enseñar a ponerse en contacto con especialistas en una materia, principalmente a través de las redes sociales, para aprender desde las fuentes de la cultura.
- Fomentar las discusiones académicas con la finalidad de modular el comportamiento de los jóvenes cuando entran en contacto con otras personas que quizás tengan opiniones diferentes a las suyas.
- Fomentar el trabajo en equipo, en colaboración con otros mediante las redes sociales.
- Fomentar el autoaprendizaje, enseñando a establecer las conexiones necesarias con las personas apropiadas.
- Fomentar la participación en proyectos solidarios y culturales realizados en la Red.
Fuente: http://jjdeharo.blogspot.com/2011/03/identidad-digital-y-redes-sociales.html#ixzz2VuJql4t7
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Si no lo haces en tu vida normal, ¿por qué lo haces en Internet?
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